Algún que otro crítico cinematográfico anda preocupado por el triunfo de la maldad. Hay algo atractivo y seductor, simpático y gracioso en los bad guys. Y no es un pálpito de juventud, ni el rencor acumulado del chico bueno que siempre veía cómo las guapas se iban con los más capullos del grupo, del bar o del instituto. Está constatado por estudios científicos serios.
Así que no debe de escandalizarnos que el verdadero protagonista de la nueva de Batman sea el Joker. Una creación de Heath Ledger que el otro día disfruté a pesar mi predisposición negativa por toda la campaña de marketing desatada por la película y el uso publicitario que se ha hecho de su triste muerte. El australiano se come las dos horas y media de metraje, hace que Batman parezca el payaso y da pena que no haya un enfrentamiento directo con Michael Caine. Porque el británico parece el único actor de calado que podría estar a la altura del personaje que compone Ledger. Uno se tira media película lamentando la pérdida de un artista así y la otra media comprendiendo cómo debió meterse bajo la piel del fallecido un ser como este Joker. Se le tuvo que ir la pinza pero bien. Y por mucho que haya leído en algún reportaje que Ledger le tenía un tremendo respeto al Joker de Nicholson, Jack no debe saber ahora en qué agujero de Chinatown meterse.
Bueno, éste es supuestamente un blog de TV, que no de cine, así que hablaremos un pelín de un nuevo descubrimiento directo de emule en el que también se afronta la maldad/bondad, como en Dexter: Breaking Bad. Llevo dos capítulos y promete. Humor negro, buenos y desconocidos actores
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