miércoles, 13 de agosto de 2008

cine vs. tv

Hace ya unos cuantos años, creo que hacia 1996, coincidimos en unos cursos de verano en Ronda con Joshua Berger, que entonces era vicepresidente para Europa de Warner y que hoy es aún más jefazo todavía. Era un tipo majo, afable, un joven prodigio del negocio, con una educación exquisita, hablaba español casi nativo y maneras de Harvard. Vamos, todo lo contrario al también genial Ari Gold de Entourage, uno de los mejores personajes cómicos de los últimos tiempos.
Bueno, allí estábamos en el bar Baco de Ronda, hartos de ron-cola y vodka naranja, mi amigo Agustín Rivera y yo, hablando de cine y de la industria del entretenimiento, de Hollywood, con un pez gordo que hasta escuchaba nuestras chorradas de becarios. Y en estas que hablando de las próximas grandes estrellas, soltó que estaba absolutamente de que George Clooney iba a serlo. Destacó el agente que había fichado y cómo estaba planificando su carrera sin dejar de lado el medio que lo catapultó a la fama, Urgencias (ER). Y aquel mismo año Clooney hizo 'Abierto hasta el amanecer', después llegaría la lamentable pero rentable para él 'Batman y Robin', 'El pacificador', 'Tres reyes'. Y así hasta convertirse en el pedazo de actor y director que es hoy, como pudimos comprobar en 'Buenas noches y Buena suerte', 'Syriana' y 'Michael Clayton', en la que aguanta un plano corto final memorable. Y la clave para el éxito que le llegaría a Clooney, según anticipaba Berger, estaba en que no había despreciado a la TV. Era su cantera de fans, su lona de seguridad en caso de que el salto mortal al cine fracasara. Se quedó de pediatra hasta 2000, y lo dejó a tiempo antes de que el personaje lo devorara.

No han tenido esa suerte otros grandísimos actores de TV. Y todos sabemos que hablo del enorme James Gandolfini. Es cierto que el pobre no tiene ni el tipo ni la cara de Clooney. Nunca podrá hacer de galán, por mucho que Tony Soprano atraiga a las tías, ni tampoco de héroe. Antes de triunfar mundialmente con nuestros mafiosos favoritos, el bueno de Jimmy ya había hecho numerosos papeles de secundario, la mayor parte de las veces malos o cazurros. Con Denzel Washington coincidió en 'Marea Roja' y 'Fallen', e incluso con el guaperas de Brad Pitt y la Julia Roberts en 'The mexican', donde interpretaba a un gracioso asesino a sueldo homosexual, lo mejor de esa mediocre película. Pero ahora que se nos han ido los Soprano, nos preguntamos qué será de Gandolfini, al que le va a ser imposible quitarse la piel del jefe de Nueva Jersey.

Uno que debería cambiar rápido de agente, porque es para matarlo por la película que le ha buscado, es Mathew Fox, el Jack de 'Perdidos'. Si el protagonista de Lost pretende dar el salto al cine cuando la isla se hunda de una vez dentro de tres o cuatro años, lo lleva crudo con personajes y películas como 'En el punto de mira', una bazofia que da repelús. Sólo el montaje de la plaza mayor de Salamanca llena de mejicanos da idea de la profesionalidad del director y los productores. Otro de los protagonistas robinsones de la isla, el antihéroe Josh Holloway, acaba de hacer una películita de miedo. Mejor ni iremos a verla.

Al británico Damian Lewis, el magistral mayor Winters de 'Hermanos de Sangre' y actualmente el detective Crews en la prometedora 'Life' (aunque lejos de ser original), tampoco le ha ido mucho mejor hasta ahora. Lo más conocido que ha hecho ha sido de malo abusador de Jennifer López en 'Una vida por delante', en la que el viejete carismático de Robert Redford le da una buena paliza. Pero es un actor sólido, de teatro, de televisión, de Shakespeare o de lo que se tercie.
Otro británico, buen actor, con experiencia en cine y teatro, es Hugh Laurie, nuestro doctor más entrañable. Podéis recordarlo en la fantástica 'Los amigos del Peter', del otrora grande Kenneth Branagh, como un marido compositor de melodías que pasa por malos momentos con su mujer, en 'Maybe baby', una comedia británica simpática y sin pretensiones, o también como el padre de esa cosa rara que era 'Stuart Little'. Vamos, que lo preferimos como el cascarrabias doctor Greg House, aunque también ha hecho alguna que otra incursión en otra serie...

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