jueves, 7 de agosto de 2008

Retorcido

Interesante reflexión, aunque no se comparta del todo, de Enric González hoy en El País. Es verdad que a los guionistas les falta hacer el pino con los argumentos y el perfil de los personajes, aunque ésa sea precisamente la gracia de las series, que permiten desarrollar bien a sus protagonistas. Vamos sabiendo de sus excentricidades, sus gustos, su pasado, sus ataques de rabia, sus debilidades y sus fortalezas. En el cine, en cambio, en pocas ocasiones podemos conocer a un personaje mejor que a muchos de nuestros familiares...

También en El Mundo hay hoy, en el blog de Alberto Rey 'Asesino en serie', un buen análisis de True Blood, y de ese primer capítulo que los fanáticos de Alan Ball nos hemos descargado, impacientes, antes de que se editara, con escenas cortadas y otras que se conocerán esta noche en EEUU. Esperamos mucho, demasiado, del creador de 'A dos metros bajo tierra'. Así que seamos pacientes. Los Fishers tampoco nos dejaron con la boca abierta en el primer episodio (bueno, en realidad sí, con Nate y Brenda haciéndolo en el aeropuerto y después enterándose el mayor de la familia de la muerte del patriarca...)

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